...sucede que enfermé o mejor dicho "me enfermé" por que la vida se había vuelto gris y anunciaba oscurecer más, volverse fangosa y pútrida. Así que desde la inconsciencia decidí enfermarme.
Y así llegó la enfermedad a hacerse yo mismo por un tiempo y me condujo a maravillas que desconocía y me llevó a descubrimientos de lo que no sabía. No es lo mismo conocer por lo estudiado y supuesto que vivir las experiencias. Caí en la cuenta de que todo lo vivido y lo que creí ser, era un guión preestablecido por mamá y papá... y cinco hermanos.
Una vez hechos a un lado los reclamos y resentimientos por la imposición de creencias, gustos y rechazos, quedé vacío y en ese vacío sólo quedó el sonido de una campana antigua una pregunta. Quién soy.

Fue así que empecé a buscar un socio. Alguien que supiera sonreír cuando la situación así lo requiera, que se ponga serio e intervenga más o menos racionalmente en "situaciones" en que hay que resolver. Salude respetuosamente a quienes hay que saludar de esta forma según las condiciones lo ameriten. Sepa intimar con mujeres y hombres hasta donde las costumbres lo consideran adecuado. Sea rebelde con las injusticias moderadamente sin trasgredir demasiado lo establecido. 
En fin, busco un socio que actúe de mi mientras yo hago lo que he decidido_
Finalmente he decidido contratarme a mi mismo y compartirme las perdidas o ganancias de esta labor. Y sin mucho más que decir solo me resta agradecer a quien haya logrado leerme hasta aquí.
Ray.
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